martes, 24 de mayo de 2011

ESENCIA MÁGICA EN LA COSMÉTICA NATURAL
En las celebraciones tradicionales del matrimonio marroquí, la cosmética constituye otro auténtico ritual.
Perpetuando la tradición, hasta no hace demasiado tiempo las mujeres marroquíes eran artífices de sus propios tratamientos de belleza. En la reclusión del harén, elaboraban con tiempo, mimo y cautela, fórmulas y remedios heredados, a  base de ingredientes naturales: leche, miel, huevos, aceite, arcilla, alheña, azafrán, corteza de nogal o azahar.
El secreto en la alquimia resultaba fundamental para no perder su esencia mágica, transmitiéndose celosamente sólo de madres a hijas, con la insustituible complicidad del maestro attar (perfumista).Por ejemplo, para preservar la juventud, tomaban cada mañana, entre otros, un compuesto de jengibre, clavo, nuez moscada, raíz de galanga, aceite o miel.
En los contextos más tradicionales, todavía las novias marroquíes utilizan productos naturales para su cuidado personal. Los más comunes, además de la henna, son el khol, el ghasul, el suak, el aceite de argana, y entre las fragancias, el almizcle, el agua de rosas, el jazmín y el sándalo. El khol es un polvo realizado con antimonio, clavo, huesos de aceituna y de dátil, que embellece los ojos y resalta la mirada. El ghasul es una arcilla natural que solo existe en Marruecos, con propiedades desengrasantes, que se utiliza para el lavado del cabello; el suak, o corteza de nogal, sirve para colorear los labios. El argano es un árbol específicamente marroquí. El aceite de sus frutos, rico en vitamina E, se utiliza principalmente en la alimentación, pero también está indicado contra la esterilidad femenina, la amenaza de aborto y la azoospermia en el hombre (ausencia de espermatozoides). Sus propiedades son excelentes también en cosmética.

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